Como me gustaría bajarte la luna para que ilumine tus noches cómo me gustaría bajarte el sol para que ilumine tus días pero eso solo serían palabras y las palabras de lo lleva el viento y es algo imposible pero prefiero darte mi amor eterno y mi alma para tu corazón que se que lo puedo cumplir y estés donde estés quiero en contrarte pronto para darte mi corazón y mi alma con todo mi ser de vida para que los dos seamos uno.
si me escuchas... si me puedes ver,
sabrás que todas estas guerras, no son invento mío, ni tuyo...
y que la ausencia de mis cartas no son carencias de sentimiento sino de oportunidad...
y, aunque nadie sabe si volverá de la guerra; por extensa o corta que sea, me gustaría, en ocasiones, poder hablarte de la forma en que nunca hablamos y refugiarme en la música de tu voz y sentir que todo va a estar bien bajo tus gestos...
y escuchar los consejos... allá, donde una mirada basta para reflejar las nostalgias de lo que, sin tener, se ha perdido.
Piel....
Dejar en mi boca el sabor de tu piel, es degustar el sabor de la vida. Es sentirme bien hombre, tal vez un hombre primitivo que jamás evolucionó. Estoy desbordado lo sé, evitarlo es ser como el salmón, querer nadar siempre en contra de la corriente.
Mis manos me viven agradeciendo, por llevarlas hacia sus peligrosas curvas, que por distraerse en tu suavidad, casi siempre terminan estrellándose entre el placer y la perversión.
Me provocas, sabes muy bien que pasar delante de mí con transparencias, es arrancar tu escaso atuendo solo con mis dientes.
Me llevas a imaginar estar suspendido en una nube de estrellas, donde no encuentro nunca el techo. Solo hay altura, viento y demasiada luz e ilusión.
Mi lengua atrevida ella, ha encontrado en tu piel la mejor manera de pasar las veinticuatro horas despierta. Y verla entusiasmada, caminar mojando a su paso cada rebelde poro que se ponga como obstáculo, es parte de mi asombro.
Desearte tanto jamás fue para tí un secreto, pero hay un secreto que guarda mi alma, que es muy probable que nunca te lo diré.
Solo si lees este erótico escrito, tal vez lo puedas descifrar.
Me llamas y atiendo a tu voz, así esté luchando contra la muerte, la prioridad la tendrás siempre tu.
Me celas y atiendo a tus quejas, no importando la hora a que te vuelva a convencer, después de eso, bueno que la imaginación vuele.
Me seduces y atiendo a tus ganas, así sea lo último que haga, espero que en mis última exhalación este muy dentro de ti.
Solo tu has hecho el milagro de volver a amar y te estaré siempre agradecido.
Todo mi cuerpo, se ha vuelto un esclavo para tus ardientes deseos y complacerlos, es ser siempre ese hombre primitivo.
Hay un secreto que jamas sabras, salvo que en alguna noche de descontrol, mi piel lentamente te la revele....
Derecho Reservado de Autor.
Lucio Mario Garramuño.
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